Beneficios de los bosques
El significado de los bosques en nuestro entorno
Los bosques generan multitud de beneficios ambientales, sociales y económicos gracias a su protección de los suelos, al cobijo de gran variedad de especies vegetales y animales y a la producción de numerosos productos y servicios que son el medio de vida de muchas familias.
El cambio climático y los desastres naturales
Los bosques mitigan los efectos del cambio climático. Al capturar y almacenar carbono, eliminan volúmenes importantes de dióxido de carbono de la atmósfera. Un árbol continuará almacenando carbono después de que haya sido utilizado, los muebles y las casas de madera pueden almacenar carbono durante cientos de años. Por eso es tan importante utilizar productos de madera.
Utilizar productos de madera y papel producidos de forma sostenible es una opción respetuosa con el medio ambiente y más sostenible que otros productos procedentes del petróleo.
Además, la generación de energía renovable a partir de maderas y leñas puede sustituir a otros productos que emiten más gases de efecto invernadero, como el petróleo.
Los bosques también influyen en la capacidad de la naturaleza para hacer frente a los peligros naturales actuando como barrera contra las lluvias intensas, las inundaciones y los fuertes vientos. Ayudan a controlar o reducir el riesgo de erosión del suelo, los deslizamientos de tierra y las avalanchas. Por lo tanto, los bosques desempeñan un papel importante en la protección de los hogares y las comunidades (FAO) y ayudan a mantener las condiciones ambientales necesarias para la producción agrícola.
Biodiversidad
Los bosques se encuentran entre los ecosistemas de mayor biodiversidad del planeta y albergan alrededor del 80% de los animales y plantas terrestres (FAO). Gracias a su presencia e interacción, tienen lugar procesos ecológicos como la polinización, la dispersión de semillas y la fertilización del suelo.
La biodiversidad constituye la base de muchos de los productos y servicios que la sociedad obtiene de los bosques como los alimentos, la madera y el refugio para las personas y la vida silvestre.
El agua y el suelo
Los bosques desempeñan un papel fundamental en la protección de los recursos hídricos y en el ciclo del agua. Gran parte del agua potable del planeta procede de las zonas forestales y millones de personas dependen del agua dulce de alta calidad que fluye por los bosques (FAO).
Los árboles absorben el agua de lluvia a través de sus raíces. A través del proceso de evapotranspiración, vuelven a liberar el agua a la atmósfera. Sin este proceso, una parte clave del ciclo del agua se interrumpiría, dando lugar a un aumento de la sequía y la desertificación.
Mediante la estabilización del suelo, los bosques minimizan la erosión y reducen el deterioro de la calidad del agua gracias a la sedimentación. Los bosques protegen las masas de agua y sus cursos atrapando los sedimentos y los contaminantes que puedan transportar las aguas.
Los bosques también ayudan a mantener el ciclo de los nutrientes en el suelo. El suelo contiene una gran cantidad de organismos como lombrices, hormigas, termitas, bacterias y hongos que se alimentan de los nutrientes que hay en el suelo. Esta biota ayuda a regular la aparición de plagas y enfermedades en los ecosistemas agrícolas y naturales, y también puede controlar o reducir la contaminación ambiental.
El desarrollo rural y las cuestiones sociales
Los bosques tienen numerosos beneficios sociales, desde albergar comunidades con sus propios derechos, como los pueblos indígenas hasta la contribución a medios de vida sostenibles, el desarrollo rural y el empleo local.
Los bosques suponen el medio de vida de unos 1.600 millones de personas en todo el mundo, incluidos 60 millones de indígenas que dependen plenamente de ellos. La leña y el carbón vegetal son las principales fuentes de energía para unos 2.000 millones de personas en todo el mundo.
Las actividades que se desarrollan en los bosques, como la caza y la pesca, proporcionan más del 20% de las necesidades proteicas de los hogares en los países en desarrollo. Los productos forestales no madereros como frutas, miel, castañas, piñones o setas son componentes importantes de la dieta en las zonas rurales, especialmente para los hogares pobres o en épocas de escasez de alimentos.
Los bosques también contribuyen de manera significativa a las economías nacionales y regionales. En los países en desarrollo las empresas forestales proporcionan entre el 13% y el 35% de todo el empleo rural no agrícola, lo que equivale a 17 millones de empleos en el sector formal y 30 millones en el sector informal (IUFRO). En algunos países desarrollados, como Canadá, Suecia o Finlandia y algunas partes de Estados Unidos donde el sector forestal es uno de los sectores principales de la economía rural, éste contribuye de manera muy significativa al desarrollo rural (FAO).