Apoyando la cadena de valor del caucho sostenible y su certificación
8 de julio de 2021 Caucho
En el lanzamiento de la nueva campaña de PEFC, los expertos concluyeron la necesidad de la certificación del caucho para preservar las áreas de plantaciones y proteger a las comunidades que dependen de ellas.
El pasado 7 de julio se presentó la campaña internacional para promover el caucho sostenible en un webinar organizado por PEFC Internacional y que contó con la participación de expertos de distintos países del mundo en los que el caucho es fundamental en sus economías y como medio de subsistencia. Entre ellos, intervinieron Sorakit Manbuphachati, Secretario General de la Federación de Industrias Tailandesas, Ben Gunneberg, CEO de PEFC Internacional, Stefano Davi, Director de GPSNR, Salvatore Pinizzotto, Secretario General de IRSG y Pimjai Leeissaranukul, Presidenta Ejecutiva de Inoue Rubber Thailand PCL y Vicepresidenta del Sistema de Certificación Forestal de Tailandia (TFCC). El encuentro fue moderado por Richard Laity, manager en PEFC South East Asia.
Sorakit Manbuphachati habló sobre la importancia del caucho y su origen sostenible al estar presente en miles de productos de uso diario y proceder de pequeñas plantaciones gestionadas por familias. Por ello, incidió en cómo las prácticas sostenibles en el cultivo del caucho, como la certificación forestal PEFC, pueden mejorar la vida de las personas que gestionan, obtienen, fabrican, producen y comercializan dichos productos. De hecho, concretó que en el sur de Tailandia existen millones de selvicultores y propietarios forestales cuya subsistencia depende directamente de la extracción y venta del caucho, por lo que garantizar un desarrollo sostenible es fundamental para que puedan seguir viviendo de manera digna y segura.
Ben Gunneberg aseguró que la certificación forestal PEFC es una solución para la industria del caucho sostenible, dado su vínculo directo con la gestión forestal sostenible y, en especial, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 15, “vida de ecosistemas terrestres”, y 12 “producción y consumo responsable”. PEFC cuenta con más de 330 millones de hectáreas de bosque certificadas en el mundo y con más de 23.000 empresas que tienen implantada la Cadena de Custodia. Esto hace posible que gran parte de los productores y consumidores de caucho (más del 90% del caucho natural se produce en Asia) estén amparados bajo este sistema de certificación forestal, como lo son Malasia (MTCC), China (CFCC), Tailandia (TFCC), Indonesia (IFCC), Myanmar (MFCC), Vietnam (VFCS) o India (NCCF) y los cuales son miembros PEFC con un sistema de certificación reconocido. La certificación de las plantaciones de caucho, además, aumenta la demanda de estos productos sostenibles, mejora las condiciones laborales de los trabajadores y contribuye al beneficio global de toda la cadena de valor.
Para comprender mejor de qué manera se puede apoyar a la industria sostenible de caucho, Richard Laity explicó su ciclo de producción: las plantaciones de caucho crecen entre 1 y 7 años, periodo tras el cual se extrae el caucho natural hasta los 25 años de vida de los árboles. Posteriormente, estos árboles son aprovechados entre sus 25 y 35 años para la obtención y fabricación de diferentes productos como por ejemplo mobiliario y las superficies en las que se encontraban son replantadas durante el año siguiente para restablecer las plantaciones y colaborar a su regeneración natural. Países como Vietnam, Malasia o Tailandia dependen del caucho como medio de vida. Como ejemplo, Vietnam produce 70.000 toneladas de caucho natural con certificado PEFC, mientras que la producción de madera certificada derivada del caucho asciende a 300.000 metros cúbicos en la actualidad. Los retos a los que se enfrentan son la volatilidad de los precios, la baja productividad, las prácticas insostenibles y las cuestiones de legalidad y conformidad, por lo que el apoyo institucional y de los grupos de interés es necesario para mantener este ciclo.. Igualmente, los beneficios de la certificación forestal PEFC están relacionados con la mejora de la productividad y las garantías de sostenibilidad, trazabilidad, legalidad, salud, bienestar y respeto a los derechos de los trabajadores. En estos países en los que las plantaciones tienen pequeña extensión y/o no están correctamente designadas como área forestal, es conveniente que los gestores y productores se asocien a la modalidad de certificación de grupo, así como a la particularidad de “Trees Outside Forests”, lo que protege y ayuda a estos pequeños productores haciéndoles accesible y viable esta certificación forestal.
En este sentido, Salvatore Pinizzotto afirmó que en 2015 IRSG comenzó a trabajar en sostenibilidad y, tras estos años de andadura, confirma que la certificación es ciertamente una herramienta para impulsar la producción de caucho en Asia, África y Latinoamérica. Asimismo, señaló la importancia de trabajar con los gobiernos locales para hacer relevante la certificación y acercarla de manera holística a los productores.
Stefano Savi (GPSNR) hizo un llamamiento a las empresas para que desarrollen políticas de abastecimiento sostenible en materia de caucho. Ellos desarrollan guías y modelos para empresas con las que promueven la sostenibilidad del caucho y afirmó que la certificación PEFC cubre muchos de los criterios de sostenibilidad de las guías que desarrollan.
Por último, Pimjai Leeissaranukul confirmó que las plantaciones de Inoue Rubber Thailand PCL van a ser certificadas bajo el sistema nacional de PEFC en Tailandia (TFCC) y son conscientes de que deben informar y sensibilizar a sus clientes sobre las ventajas de la sostenibilidad y la certificación forestal, pues los grandes grupos internacionales fabricantes de neumáticos como Kawasaki, Suzuki y Yamaha confían en ellos para su elaboración. De hecho, el 70% de este material se destina a la producción exclusiva de neumáticos, por lo que avalar su origen sostenible es clave para frenar la deforestación a escala nacional.
Así, todos los ponentes concluyeron que la certificación del caucho natural y el fomento de la gestión forestal sostenible son necesarias para mantener las plantaciones de las que se extrae esta materia prima tan valiosa y, también, para mejorar y mantener los bosques, la vida de las personas que dependen del caucho y toda su cadena de valor.