La Madre Tierra
Coloreando bosques
Desde 2009, el 22 de Abril, se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, declarado como tal por Naciones Unidas al existir una necesidad imperante de incluir en la agenda política medidas de protección medioambiental y desarrollo sostenible.
La Madre Tierra es el lugar donde nos albergamos: la cuna y hogar que nos protege y permite la vida de todos los seres vivos. Su cuidado y protección hacen posible que la biodiversidad se mantenga, algo que es fundamental para nuestra supervivencia. ¿Sabías lo importante que es poder gozar de diversidad biológica? La presencia de muy distintas especies ayuda al mantenimiento y desarrollo de la fauna, flora y a frenar el cambio climático. Sin embargo, ¿sabías que la biodiversidad es, también, esencial para luchar contra la propagación de enfermedades infecciosas? Esto se debe a que la diversidad genética existente en nuestro planeta dificulta la transmisión, proliferación y dispersión de los patógenos y la hace, así, indispensable para nuestra salud y la de la naturaleza.
¿Conoces qué medidas pueden ayudar a mantener la biodiversidad?
Alrededor de un millón de especies animales y plantas se encuentran en peligro de extinción, en gran medida debido a la degradación de los ecosistemas y el calentamiento global, pues las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero hacen que la atmósfera no deje de aumentar su temperatura y sus consecuencias sean devastadoras para la naturaleza (sequía, deshielo, aumento del nivel del mar y su temperatura, obturación de la capa de ozono, etc.). Los bosques son un elemento primordial para conseguirlo, ya que absorben CO2 mediante la fotosíntesis, crean ecosistemas y asilos para las distintas especies animales, mantienen la temperatura y la humedad y ofrecen nutrientes para otros seres vivos. Igualmente, su preservación a través de la gestión forestal sostenible evita la deforestación, reduce los incendios y las plagas, fija población en las zonas rurales y, en general, pone en valor todos sus beneficios.
De igual manera, los productos procedentes de los bosques son un alternativa más limpia y respetuosa con el medio ambiente. Por ejemplo, los textiles celulósicos, frente a los sintéticos, consumen menos energía y agua en su ciclo de vida. Además, los productos de origen forestal son un recurso renovable y reciclable y tienen la cualidad de almacenar el carbono impidiéndose que se libere a la atmósfera, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. Consumir productos certificados PEFC procedentes de bosques gestionados de forma sostenible, ayuda a conservar y mejora la biodiversidad de nuestro planeta en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
¡Te animamos a que cuides de los bosques para poder así cuidar del planeta!
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